Comparto con ustedes mi video-diario del día siete de abril de 2020, era el día 24 de confinamiento en Barcelona y fue el primer día que descubrimos la llave escondida de la terraza de nuestro edificio.

Reflexiones en voz alta que se mezclan con recuerdos y procesos, obras por hacer, poemas en la punta de la lengua, un deseo de caminar que se manifiesta en el andar de una cámara, un paisaje que se pliega y despliega, como un libro, frágil y versátil. Un video-diario que relata en pocas palabras mis intereses principales como artista.

Para confinamientos he propuesto esta obra ya que reflexiona acerca de esos mundos que se abren cuando uno se cierra, aquellas palabras que se van gestando dentro de nosotros, los recuerdos solapados que terminan conformando nuestro presente y el acto de narrar en voz alta a una imagen-presente que va lentamente observándolo todo.

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